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  • Gustavo Muñoz

Jacinto y Federico




Se que es molesto o enfadoso estar en la red y encontrarse con este tipo de publicaciones, pero obligado me siento en compartir esta historia que sucedió entre dos grandes amigos, dos grandes hombres, dos grandes Sonorenses, Jacinto y Federico, una historia de la vida real que bien vale contarla a nuestros hijos y a las futuras generaciones.

Cuando Jacinto López enfermó de gravedad, meses antes de fallecer, fue llevado de emergencia a una clínica particular, el motivo fue que solo ahí había el área de especialidad que el necesitaba.

Jacinto López, nunca tuvo dinero, aquel líder que expropió y repartió miles de hectáreas de tierras entre los más desprotegidos, murió sin un centímetro de terreno propio, aquel hombre que le ganó la silla del palacio de gobierno de Sonora al gerente de los negocios de Abelardo Rodríguez, Ignacio Soto, no tenía ni para pagar una aspirina, menos para pagar la cuenta de su tratamiento que iba en aumento día con día, su vida siempre la dedicó a los más necesitados, por mejorar sus condiciones de vida y nunca se preocupó por la de el.

Pero Jacinto tenía Amigos, Amigos muy agradecidos con el y muestra de ello lo fue el Dr Federico Sotelo Ortíz, quién en una ocasión le dijo a Jacinto cuando terminó su servicio social de la facultad de medicina: Mira Jacinto, Yo ya me voy a Sonora a hacerme rico con los ricos, pero a los pobres, los atenderé de oquis y todo aquel que llegue conmigo con una recomendación tuya, lo atenderé gratis y hasta sus medicinas le daré.

El Dr Sotelo Ortíz, se vino a Sonora, al tiempo su inteligencia, dedicación y don de gente lo convirtieron en un especialista reconocido a nivel internacional, también en un hombre muy rico, finalmente, Dios lo premió.

Pero aquí también el Dr Sotelo cumplió su palabra, su consultorio siempre estuvo lleno de pacientes de todos los estratos sociales y es verdad que el nunca cobró a los más pobres, a quienes sus tratamientos también se los regaló.

Y fue el Dr Sotelo Ortíz quién al enterarse de la situación de salud de su Amigo Jacinto, acudió al hospital privado donde se encontraba en recuperación y se hizo cargo de la cuenta, el tratamiento y posteriormente también de su funeral.

El Dr Sotelo Ortíz, también fue de origen humilde pero inquieto y fue que en una de sus etapas de crecimiento se encontró con Jacinto López, un hombre que era respetado por Presidentes de la República, y fue Jacinto quien le gestionó una beca de estudios a aquel joven que soñaba con ser médico y que con ella pudo seguir adelante con sus aspiraciones.

Cosas de la vida, historias que son dignas de contarse, dos hombres ejemplares paridos en esta tierra Sonorense, Jacinto y Federico, tenga usted una linda noche de sábado, muchas gracias por su atención.


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